Sentada tras los cristales,
en un invierno dulce,
su mano cogiendo la mía,
miro y solo alcanza mi vista:
el atrio, repleto de plantas, mi jazmín,
con tímidas y olorosas flores.
Ahora con adornos de navidad,
y preciosas lucecitas blancas
que se encienden y se apagan
durante unas horas.
Sueño y me parece que son guiños,
guiños de angelitos que vienen,
que bajan a saludarnos
en una Navidad extraña.
Me gusta mi patio,
esta en la parte de la entrada,
mi vista alcanza la calle,
la gente pasa y se queda mirando
¡hay vida en la casa!
Otra navidad, así juntos, de la mano,
admirando el patio cuando anochece,
cierro los ojos y sueño,
no quiero marchar, quiero estar cerca,
un poco más.
Otra navidad solamente eso, una más.
Higorca (12/2020)