Óleo, autora; Higorca Gómez
A través del tiempo,
cuando las arrugas van surcando el rostro te vas dando cuenta lo que tienes
alrededor tuyo, lo que has dado, dejado y lo que has recibido en toda tu larga
vida.
Me paro a pensar que es
mejor ¿ser una persona humilde o tener ese punto de ego que parece ser lo
mejor?
Por más que me lo
pregunto no obtengo la respuesta perfecta, al mismo tiempo por más que me lo
propongo me es imposible volverme una persona ególatra ¿o, lo soy?, me duele
muchas veces leer a través de redes, periódicos el desdén con el que hablan.
Todo el mundo es médico,
o enfermera, arquitecto o aparejador, modisto o cocinero… y sin saber, saben
más que todos los licenciados; ya no digamos como tratan a los mayores, como si
fuesen tontos.
Lo peor son gente que no
tienen la menor idea de nada y miran por encima del hombro, ¡me dan pena!, en
vez de coger un libro y aprender desechan todos los consejos que los años y la
universidad de la vida, las arrugas les dan a esos jóvenes.
Me siento orgullosa de
haber dado la mano a muchas personas que se han acercado a mí, aunque luego no
se han acordado ni tan siquiera de decir; ¡hola ¿Cómo te encuentras?!
Así es y son las cosas
de los humanos; agradezco firmemente a los maestros que han estado cerca de
nosotros, de ellos he tenido la oportunidad de aprender y mucho.
LLUVIA
Llueve, las nubes rotas
en mil pedazos
dejan caer sus lágrimas
tristes
sobre el pueblo dañado.
Todo da vueltas alrededor
mío,
y… pienso en esos otros
días
plenos de sol, de alegría,
que fueron quedando
atrás.
¡Bendita lluvia, bendita
y necesaria!,
sentada tras los
cristales
mientras la veo caer
vienen a mi, recuerdos de
otros tiempos,
recuerdos que no deberían
volver.
Ahora cuando los años
se notan en las arrugas
de la cara,
cuando ves el desdén de
algunas personas,
de gentes ajenas unas y
cercanas otras,
personas que se acercan
tratando de hacer daño
porque de otra forma no
pueden ser felices.
¡Pobres almas!, que vagan
por la vida
sin dejar que esa bendita
lluvia
les limpie el alma.
Pobres infelices que
piensan
que por tener arrugas
no sirves para nada,
sin darse cuenta que cada
una de ellas
es parte de la sabiduría
adquirida.
Lluvia limpia el alma de
la gente impura,
de esa forma verán más
claro,
les cambiara la vida.
Higorca (2018)