viernes, 25 de enero de 2019

DESDÉN

Óleo, autora; Higorca Gómez


A través del tiempo, cuando las arrugas van surcando el rostro te vas dando cuenta lo que tienes alrededor tuyo, lo que has dado, dejado y lo que has recibido en toda tu larga vida.
Me paro a pensar que es mejor ¿ser una persona humilde o tener ese punto de ego que parece ser lo mejor?
Por más que me lo pregunto no obtengo la respuesta perfecta, al mismo tiempo por más que me lo propongo me es imposible volverme una persona ególatra ¿o, lo soy?, me duele muchas veces leer a través de redes, periódicos el desdén con el que hablan.
Todo el mundo es médico, o enfermera, arquitecto o aparejador, modisto o cocinero… y sin saber, saben más que todos los licenciados; ya no digamos como tratan a los mayores, como si fuesen tontos.
Lo peor son gente que no tienen la menor idea de nada y miran por encima del hombro, ¡me dan pena!, en vez de coger un libro y aprender desechan todos los consejos que los años y la universidad de la vida, las arrugas les dan a esos jóvenes.
Me siento orgullosa de haber dado la mano a muchas personas que se han acercado a mí, aunque luego no se han acordado ni tan siquiera de decir; ¡hola ¿Cómo te encuentras?!
Así es y son las cosas de los humanos; agradezco firmemente a los maestros que han estado cerca de nosotros, de ellos he tenido la oportunidad de aprender y mucho. 


                LLUVIA 

Llueve, las nubes rotas en mil pedazos
dejan caer sus lágrimas tristes
sobre el pueblo dañado.
Todo da vueltas alrededor mío,
y… pienso en esos otros días
plenos de sol, de alegría,
que fueron quedando atrás.
¡Bendita lluvia, bendita y necesaria!,
sentada tras los cristales
mientras la veo caer
vienen a mi, recuerdos de otros tiempos,
recuerdos que no deberían volver.
Ahora cuando los años
se notan en las arrugas de la cara,
cuando ves el desdén de
algunas personas,
de gentes ajenas unas y cercanas otras,
personas que se acercan
tratando de hacer daño
porque de otra forma no pueden ser felices.
¡Pobres almas!, que vagan por la vida
sin dejar que esa bendita lluvia
les limpie el alma.
Pobres infelices que piensan
que por tener arrugas
no sirves para nada,
sin darse cuenta que cada una de ellas
es parte de la sabiduría adquirida.
Lluvia limpia el alma de la gente impura,
de esa forma verán más claro,
les cambiara la vida.
 
    Higorca (2018)