LAGRIMAS
ESCONDIDAS
Dicen que en tiempo de
Navidad las personas estamos más sensibilizadas, miro a mi alrededor,
observo y
todo me parece igual, las personas mayores que no tienen a nadie siguen estando
solas, las que duermen bajo las estrellas siguen en ese banco o acera con unos
cartones por manta.
No estoy segura de nada,
no concibo la vida como la estoy viviendo, guerras en países pobres, pobres
quiero decir de los que viven en ellos, rica para los mandatarios que se
aprovechan del dolor ajeno.
Padres mayores
abandonados por los hijos que no recuerdan que un día ellos les vistieron, les
lavaron y dieron de comer, los vieron crecer dándoles una educación.
He visto lágrimas
furtivas en sus ojos, en sus mejillas mientras sonreían para que nadie notará
nada.
Sentados en los bancos
del parque con una botella de un liquido oscuro, que no se sabe si es vino,
brandy, te, o agua sucia, pasan el día mirando o esperando que alguien le diga
una palabra cariñosa.
No, no cambia nada, no
tenemos espíritu de Navidad porque en realidad he llegado a pensar que
simplemente es una excusa para llenar los bolsillos de los ricos, “atiborrar”
los arcones, los frigoríficos y juntar por unas horas a esas personas que el
resto del año ni se ven.
Triste realidad, lo que veo
cerca y lejos de mi y me pregunto ¿qué nos deparará el tiempo o la vida? Me lo
pregunto porque cada vez tengo más cerca los años en que nadie se acordará de
nosotros y estaremos tras o con el cristal abierto esperando que alguien pase y
nos salude.
Feliz
Navidad, Higorca